martes, 5 de abril de 2011

El mundo W

Siles en su estudio A la conquista del mundo en línea: internet como objeto de estudio (1990-2007) hace referencia de cómo el Internet se ha vuelto tema de investigación en el mundo académico, con la llegada del a “era digital”, “la cibercultura”, “los nuevos medios” o la “comunicación mediada por la computadora”, según el enfoque del estudio sobre el mismo. Alcanza su auge a mediados de los 90’s. Pero desde los 70’s  se empezó a gestar las nuevas transformaciones comunicaciones dadas por los procesos de comunicación mediada por computadora (CMC).

En los 70’s se realizaba el CMC en el campo académico, mas que todo en psicología social y en la comunicación organizacional. De aquí se empezaron a realizar investigaciones de esta índole en ambientes grupales y de forma experimental en laboratorios, donde las conclusiones obtenidas son discutidas hoy en ese campo de estudio. Se obtuvieron conclusiones sobre las ‘señales sociales reducidas’ que tiene que ver con la falta de retroalimentación, estatus, edad, sexo, identidad y formas de expresión, puesto el anonimato que caracteriza a la CMC repercute en el comportamiento de los participantes. Según Sproull y Kiesler, explican que este aislamiento social provoca que el individuo se siente sin vigilancia y criticismo, por lo que el sentimiento de privacidad hace desinhibirse mas, provocando mas grado de libertad a la hora de comunicarse, pero a la vez con unos contras como el debilitamiento de las normas sociales, alto nivel de agresión entre los participantes, entre otros.

Luego con la llegada del internet trasformo es panorama descrito y las investigaciones sobre el CMC cambiaron. No solo era utilizado en el campo académico, sino en el campo económico y social se abrió la posibilidad de favorecer las comunicaciones a escala global, enriqueciendo el escenario de análisis de esa tecnología de comunicación. Dio inicio al nacimiento de la contracultura, la cual estaba fascinada por la innovación tecnológica y devota de la religión del progreso, convirtiéndose el internet en un espacio virtual capaz de transformar radicalmente la sociedad, de revitalizar la democracia y de mejorar las condiciones de ciertas minorías. Por un lado era una herramienta que cambiaria el mundo, desde la nueva visión de comunidad, aldea global y democracia, entre otras; pero por otro lado, producía cierta fragmentación social, provocando alienación política y económica, y de deterioro de la alfabetización. Este ‘ciberespacio’ ‘sin fronteras’ parece transformar el mundo, con sus pros y sus contras dentro del sistema económico imperante, lo cual producía un ‘impacto social’ por ser un fenómeno recurrente tras la emergencia de múltiples desarrollos tecnológicos.

La segunda generación de estudios sobre el internet se vio marcada por el análisis de comentarios descriptivos de los primeros temas de estudio de la CMC, produciéndose ‘dos pilares gemelos’ para el estudio del internet a nivel conceptual, entre 1993 y 1995, para dar cuenta de la dimensión social del internet: la comunidad y la identidad. Conceptos como comunidad virtual (forma privilegiada de designar al conjunto de grupos emergentes en línea), tecnofóbicos y tecnófilos, fueron el centro de debates sobre las implicaciones sociales del uso de internet. Se convirtió en un intento de interacción social, considerando el cara a cara como la nueva forma de comunicación ideal, mejorando las deficiencias del mundooffline o fuera de internet.

Por otro lado, el segundo eje central de discusión de la época, era la identidad en línea construida y asumida por los usuarios. Era una forma de explorar los procesos de creación del ser en ambientes informáticos. A través de metodologías etnográficas, se empezó a estudiar las identidades en línea, sentando precedentes significativos en la investigación sobre el tema, convirtiéndose para los años 90’s en un campo de desarrollo y de estudio desde intereses interdisciplinarios, pero tenía sus limitaciones como la falta de arraigo en el análisis histórico de la tecnología, la falta de perspectivas comparativas con respecto al desarrollo de otras tecnologías, y su poca vinculación con contextos mas amplios de uso. Miller y Slater puntualizan la crítica hacia este tipo de estudios:

Tampoco podemos entender o explicar esta situación [el estudio de internet] –“desnaturalizarla”- tratando a internet como un tipo de lugar sin lugar, un “ciberespacio”, o tomando como punto de partida las características que la desconectan de lugares particulares, tales como la “virtualidad”. […] Estos términos [virtualidad, ciberespacio] se enfocaron en las formas en las que los nuevos medios parecían capaces de constituir espacios o lugares apartes del resto de la vida social (la “vida real” o fuera de internet), espacios en los que nuevas formas de sociabilidad estaban emergiendo, así como las bases para nuevas identidades, y nuevas relaciones de género, raza u ontología (2000: 4).


     Es decir, las primeras investigaciones sobre internet se centraban en el mundo de interacciones desarrollado propiamente en línea. Ahora se están buscando nuevas rutas de investigación sobre el tema que vallan más allá de los ensayos descriptivos, con un nivel mas analítico, y con la consolidación del WWW en particular, ganó mayor intensidad concibiendo a la internet como un nuevo objeto de estudio, ”colonizada por una variedad de perspectivas en competencia” (2005: 241).

     A mediados de los 90’s la pregunta de por qué deberían los investigadores de la comunicación estudiar el internet, adquirió múltiples formulaciones, desarrollándose entre los años 1995-1998, con la aparición de numerosas antologías y artículos, y la realización de varias conferencias sobre el tema. La metodología aplicada para el estudio de este nuevo campo iba desde la etnografía, la autobiográfica y el análisis de discurso, produciendo transformaciones en el pensamiento simplista hacia el reconocimiento posterior del alcance del internet como espacio y medio de comunicación en su propio derecho. Es decir, las investigaciones de la segunda mitad de los 90’s sobre el internet buscaba “brindar una comprensión de lo que podría llamarse la ecología cultural de las tecnologías de internet: cómo y por qué las personas utilizan internet, y cómo su uso de esta tecnología infraestructural afecta la forma en que se entienden a sí mismas, a su sociedad y a su ciencia” (Bowker, 1998: 500).

     La tercera generación de las investigaciones está dedicada a los estudios críticos de la cibercultura, la cual se gesta a finales de los 90´s, donde se exploran las interacciones sociales y culturales que acontecen en línea, se toman en consideración los discursos que producen al respecto de dichas interacciones, se analizan las consideraciones contextuales de tipo social, cultural, político y económico en las que se producen el acceso y uso de internet, se evalúan las particularidad técnicas mediante las cuales se diseña, produce y realiza la relación entre el usuario y la red, creándose de la misma manera, o mas bien, evolucionando las perspectivas teóricas y metodológicas del estudio del internet. Ya a estas alturas la necesidad de examinar internet como objeto de estudio académico se daba ya por establecida, puesto que la interrogante iba dirigida a cómo podríamos no estudiar los nuevos medios de comunicación, si queremos entender la sociedad. De este ciberespacio se han desprendido una serie de usos donde los estudios han realizado su énfasis que es la vida en línea, produciendo el surgimiento de redes sociales, políticas, culturales y económicas de mayor amplitud, que han sido abordados a través de metodologías cualitativas y cuantitativas.  Por otro lado el análisis e hipervínculos desde múltiples enfoques se mantiene como una de las perspectivas mas utilizadas para intentar descifrar el mapa que subtiende la trama de conexiones técnicas y simbólicas de la red.

     La etnografía es la metodología que ha tenido mayor cavidad en el estudio sobre internet, definiéndola para fines como etnografía conectiva o móvil, con lo cual pretende estudiar el conjunto de nexos que se establecen entre los diversos espacios donde se desarrolla la etnografía. Según este planteamiento, de especial importancia para el análisis son las articulaciones o conexiones entre lo que acontece en línea y lo que se produce fuera de internet, entre los discursos que se generan sobre la tecnología y los usos que se le dan en la vida cotidiana, entre las prácticas estructurales que se desarrollan a nivel institucional y las apropiaciones de estas que se ejecutan en el seno del www.

     Por otro lado,  el análisis de las tecnologías en la sociedad, las posturas de los estudios de la ciencia y la tecnología se han convertido en el paradigma dominante  de la investigación del tema en el nuevo siglo. Los nuevos medios de comunicación, involucran desde aspectos infraestructurales de una tecnología concreta hasta análisis macrosociales de desarrollo tecnológico. Así el enfoque de los temas están dirigidos a la cibercultura y la retorica del Web 2.0, y con ellos el análisis de la historia como dimensiones fundamentales para valorar el desarrollo de la cultura en línea y e internet en general, un área curiosamente marginada. Otro tema de análisis ha sido la cuestión de las diferencias culturales inscritas en internet, donde se ha plasmado diferencias de género, etnicidad, clase y cultura, y no como un espacio neutro de acceso y desarrollo equitativo.


     Las imágenes y el sonido en la comunicación CMC ha hecho pauta también dentro de la investigación de internet, por lo cual se ha generado la necesidad de ampliar la teoría, metodología y epistemología, en la naturaleza y el tipo de discusiones admitidas como conocimiento legitimo. Esto es un fenómeno internacional, objeto de análisis académico en múltiples espacios, por lo que se hace cada vez mas necesario trascender ciertos ‘paradigmas anglófonos de estudio’, con el fin de valorar las singularidades y aportes del desarrollo local de la red en otras culturas.

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